En las montañas

A medida que se baja en altitud encontramos uno de los bosques indígenas de la Madeira Bosque Laurissilva, ubicada en la zona de niebla, entre los 1200 y los 400m de altitud.

Al llegar a la zona del Pináculo, en días de cielo limpio, tendrá vistas exuberantes al valle de la Ribeira Brava y los Picos do Areeiro y Pico Ruivo.

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Buceo
La isla de Madeira es uno de los lugares más privilegiados de Europa para la práctica de buceo donde tendrá una inolvidable experiencia subacuática. Las aguas templadas y cristalinas de Madeira permiten sumergirse en sus reservas naturales y observar cnidarios como anémonas, corales negros, peces como meros, más, mantas y hasta lobos marinos, las focas más raras del mundo.

Esta Levada es una impresionante obra de arte construida en el siglo XXVIII, atravesando abruptos escarpados y montañas, transportando el agua que escurre de las montañas más altas de la isla. A lo largo del recorrido, atravesa 4 túneles excavados por el hombre hasta llegar al lago del Caldeirão Verde formado por el agua que cae verticalmente a una altura de 100mt.

Después de reposar seguimos hasta el Caldeirão del Infierno, una garganta fluvial muy estrecha, de vertientes casi verticales, que resultaron de un proceso de encaje fluvial extremo. El camino se sigue hasta la central eléctrica de la Fajã da Nogueira.

Antes de subir al final del recorrido donde podrá avistar las islas desiertas y la isla de Porto Santo. De regreso a la Bahía de Abra para trasladarlo a la siguiente caminata, para recorrer la senda de Larano. El recorrido se hace por la ladera con vistas al océano, en una vereda, muchas veces estrecha y vertiginosa. En la Boca do Risco, podrá deleitarse sobre la costa norte de la isla de Madeira y avistar la isla de Porto Santo. Relájese, antes de seguir la caminata por una vereda muy utilizada en tiempos, por la población para desplazarse entre las dos localidades.

Atravesamos terrenos agrícolas hasta San Jorge. Allí, bajará por un camino real hasta la playa del Calhau de San Jorge, pudiendo aprovechar el sol y dar un baño en una pausa para relajarse.

Seguimos, por otro camino real hasta la Quinta do Furão donde degustará de un exquisito vino Madeira en la Bodega Típica.